¿Qué implica la desaparición de 109 fideicomisos?

 

La comisión de presupuesto de la cámara de diputados ya aprobó el proyecto para la reforma  para la extinción de 109 Fideicomisos Públicos  y que se reasignen más de 68 mil millones de pesos a la atención de la pandemia, a la crisis económica y programas sociales del gobierno de López Obrador.

Se prevé que con este dictamen desaparecerán los fondos para desastres naturales, de apoyo al cine, a deportistas de alto rendimiento, a proyectos científicos y tecnológicos y a la protección de defensores de derechos humanos y periodistas, entre muchos otros.

El presidente de México refiere que el apoyo para todos ellos seguirá ¿De qué forma? Aun no que claro como operara.

De acuerdo al razonamiento de la insidiosa cuarta trasformación, la gran justificación es que se buscara reasignar esos recursos que hay en los fideicomisos, por tanto, la solución es extinguir todos aquellos fideicomisos que se encuentren en Ley, antes ya habían iniciado un proceso de extinción de fideicomisos que no tenían un fundamento legal; ahora se plantea  concentrar la totalidad de recursos federales que hay en los 109 fideicomisos, en la tesorería  de la federación para reasignarlos.

Cuál podría ser el destino de esa reasignación.

Nueva mente somos testigos de la opacidad en la asignación de recursos en el gobierno que encabeza López Obrador, pues no hay mucha claridad, porque, por una parte la justificación dice que es para atender la pandemia, lo cual pensaría uno que es para destinarlo a salud, o bien, para atender los efectos económicos  que causa la crisis del COVID. Sin embargo en el articulado aprobado, no existe una disposición clara y  precisa qué de destino a estos recursos y lo deja en un ámbito muy genérico, y, también muy ambiguo. Púes al parecer los recursos serán destinados pero para aquello que el secretario de hacienda y/o  el presídete de la republica designe.

Las implicaciones

Es Importante aclarar que los recursos que serán tomados de los fideicomisos, solo corresponderán a los recursos públicos (aquellos provenientes de los impuestos que pagan los contribuyentes) y se respetaran los recursos autogenerados, ósea, aquellos que obtiene una institución o centro de investigación por la realización de algún servicio, incluidos también, los que se obtienen del trabajo de la institución, o provenientes de donativos.

Los recursos autogenerados podrán seguir siendo manejados por las tesorerías de las instituciones o bien aquellos que provienen de donativos, igualmente podrán seguir en la caja de la institución o centro público de investigación.

El hecho de que no se vallan esos recursos autogenerados a la tesorería de la federación, no significa que no haya un efecto. ¿Por qué? Porque al existir un  fideicomiso, se implica que haya un comité técnico en donde no hay solamente funcionarios de la institución, sino también, hay funcionarios de la Secretaria  de la función pública que están a cargo de la vigilancia del buen manejo de los recursos, y, por otra parte, el hecho de que se reciban donativos que van a estar en un fideicomiso, también le da confianza a aquellos que dan un donativo para un fin específico, creando una pérdida total de esos beneficios que se debían en seguridad, vigilancia y transparencia.

Los recursos autogenerados también corren riesgo ya que podrán verse afectados por las medidas de austeridad  que pueda dictar el gobierno federal.

Mayor poder político al gobierno para poder controlar los proyectos (cine, cultura, investigación científica, etc.).

El dinero es una forma de controlar

Al tener los fideicomisos en la bolsa de la tesorería, la decisión de reasignar, o bien, de volver a asignar los recursos para el mismo fin que tenían, dependen del secretario de hacienda o del presidente de la república. Por tanto eso significa que hay un control.

Lo que dice el secretario de hacienda y en parte tiene razón, pero hay que ver en qué parte tiene razón, es: No se dejaran desprotegidos esos fines, sino que va haber nuevamente recursos destinados  a la cultura, al deporte, o, a la ciencia. Pero ¿cuál va a ser el mecanismo? El mecanismo es que primero depende del secretario de hacienda o del presidente, aprobar cuáles son y cuántos son los recursos que se vuelven a signar al mismo fin del cual se sacaron. Ahí hay un problema.

Esos recursos en un principio formaban parte de los recursos de las instituciones. Por ejemplo, de la CONADE, o de la Secretaria de Gobernación para la prevención de desastres, o atención de desastres, la protección para periodistas, etc. 

Seguimos con el mismo problema, la decisión va a depender de quien dirija la CONADE o de quien dirija la Secretaria de Gobernación.

Regresamos a la discrecionalidad.

Discrecionalidad significa un poder para decidir, qué, cuánto, cómo se va a dar y a quienes.

Al extinguirse los fideicomisos a su vez, se lleva con esto las reglas de operación, la posibilidad de que existan organismos colegiados para decidir el destino. Ahí se va dando el mecanismo de control político, la centralización, por tanto la discrecionalidad, y por otra parte también muy importante “la opacidad”.

¿Mayor Transparencia de los recursos?

El gobierno dice que la desaparición de los fideicomisos es para dar le mayor transparencia en la asignación delos recursos.

Lamentablemente en la propuesta para la extinción de los 109 fideicomisos, faltan mecanismos concretos para ver la forma en la cual va haber mayor transparencia y por supuesto menos discrecionalidad, lo cual siempre es deseable. Solamente estos términos se quedan en la exposición o en las razones del dictamen, pero no se ven reflejadas en el articulado.

Por ejemplo: Se extinguen los comités técnicos, los cuales, llevan a una decisión colegiada deliberada, se eliminan y por tanto las decisiones van a ser unipersonales.

Los mecanismos de transparencia que tienen los fideicomisos no se ven replicados en los fondos o las nuevas partidas que debieran sustituir estas.

El mecanismo de transparencia y de menor discrecionalidad se ve disminuido y también extinguido.

Conclusión.

Lo que vemos es que no hay correspondencia entre los artículos o de las reformas legales puras y duras, con las razones que dicen invocarse, y allí hay una gran contradicción.

La extinción de los 109 fideicomisos parece más un proyecto político que económico (en el sentido de maximizar los recursos públicos para el presupuesto).

Por ultimo. Se debe enfatizar la disposición de recursos y hacia donde irán a parar, lo que dice la ley de ingresos es. “Cuando hay recursos que se obtienen de la extinción fideicomisos, estos se pueden reasignar a cuestiones como: pago de deuda, costos financieros, obras de infraestructura”. De ahí la base de que esos recursos serán reasignados para obras de infraestructura, llámese, dos bocas, Santa lucia, el tren maya o para PEMEX, en la medida en que vemos que van aumentando los costos y de ahí habría una posibilidad de reasignación.

La reasignación de recursos tendría base en la ley de ingresos, pues no encontramos tampoco ningún artículo dentro de las reformas que digan. “Los recursos que se vallan a la tesorería serán reasignados para salud, para personas en situaciones precarias, no hay nada”. Eso solo está en el discurso populista de López Obrador, quien está deseando la reforma lamentablemente para empeorar las cosas y no para mejorarlas.

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