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Va por México ganará las elecciones




Si Va por México necesita reconciliarse con la sociedad, presenta buenos candidatos locales y moviliza sus estructuras, ganarán las elecciones y podrán contener a AMLO

El 6 de junio de 2021 México vivirá las elecciones intermedias más trascendentales y amplias de su historia. Se renovarán miles de cargos públicos, incluyendo 500 diputados federales y (por primera vez en forma simultánea) 15 gobernadores. Los comicios son todavía más importantes porque funcionarán como una especie de referéndum respecto al rumbo de la administración López Obrador, que actualmente dispone de una amplia mayoría en la Cámara de Diputados y que podría convertirse en un partido casi hegemónico, legislando a favor de los intereses del Grupo de Puebla (Antes Foro de Saopaulo).

Sin embargo, los malos resultados del Gobierno federal en materia económica y su pésima respuesta ante la pandemia han tenido eco en la población y ese desgaste, aunado a la histórica alianza entre el PRI, PAN y PRD, bajo la bandera de “Va por México” abre un amplio panorama de oportunidades para que la oposición gane las elecciones e impida que el obradorismo se convierta en un movimiento hegemónico. El principal enfoque de la batalla estará en la Cámara de Diputados, pues si Obrador pierde la mayoría, estará obligado a negociar los presupuestos y reformas con la oposición, en lugar de simplemente “imponer sus políticas Castro-Chavistas”.

El oficialismo arranca con una clara ventaja

La más reciente encuesta publicada por El Financiero apunta que el oficialismo tiene una ventaja muy clara sobre la alianza opositora. Morena (el partido de López Obrador) tiene hoy una clara ventaja en todas las regiones del país y en todos los niveles educativos. De hecho, el único rango de edad donde los opositores de Va por México logran una ligerísima ventaja es entre los jóvenes de 18 a 29 años.

Uno de los elementos más representativos de la ventaja oficialista es que el Morena y sus aliados encabezan las intenciones de voto, incluso, entre aquellas personas que califican su situación y perspectivas laborales como “malas” o “muy malas”. Es decir, inclusive quienes más están sufriendo las consecuencias de este gobierno, parecen dispuestos a respaldarlo una vez más.

Todos los ejercicios estadísticos muestran una ventaja del oficialismo, tanto rumbo a la elección de los diputados federales como en la mayoría de las gubernaturas que estarán en juego. Este es un hecho que no podemos ignorar; aun así, la oposición coordinada a través de Va por México tiene más que una esperanza, siempre y cuando entiendan 3 elementos básicos.

Las 3 claves para ganar las elecciones

  1. La gente está decepcionada de AMLO, pero a los opositores los odia

En un escenario normal, los pésimos resultados del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador serían suficientes para que la oposición lo derrotara casi en piloto automático. Aquí no es el caso porque, aunque cada vez más personas reconocen que AMLO ha sido un fracaso, ello no implica que olviden los fracasos y las promesas incumplidas de los gobiernos anteriores.

Sí, la gente está triste respecto a las expectativas incumplidas de López Obrador, pero sigue enojada con los tecnócratas a quienes consideran traidores y corruptos. Va por México debe entender que no están liberados de las cargas del pasado. El PRI, PAN y PRD se han ganado a pulso la desconfianza de millones de ciudadanos y para recuperarla, el primer paso es reconocer que no han estado a la altura de lo que habían prometido.

La semana pasada, el líder nacional del Partido Acción Nacional (PAN) ofreció un tímido mea culpa, pero este pasó de noche; la gente no se enteró. Para recuperar la confianza de los votantes deben reconocer sus errores en forma auténtica y acompañar esa confesión con señales claras de que no sólo están arrepentidos, sino que han dado los pasos necesarios para que no se repitan las corrupciones y decepciones del pasado.

La otra lección subyacente de este primer elemento es que el discurso anti-López funciona bien para movilizar a quienes ya repudian al presidente, pero no será suficiente para ganar las elecciones. Va por México no necesita demostrar que AMLO es un inepto, sino que ellos son mejores.

  1. Las elecciones serán locales

Aunque las consecuencias de los comicios tendrán un profundo impacto a nivel nacional y buena parte de la atención mediática estará centrada en la contienda por los 500 escaños de la Cámara de Diputados, las elecciones tendrán un tinte claramente local, debido a que también se renovarán miles de diputados locales, alcaldes, síndicos y regidores.

Por lo tanto, los resultados de Va por México dependerán de que los partidos opositores lancen candidatos que sean atractivos para la sociedad y que transmitan un mensaje de renovación y de honestidad. Si le dan las candidaturas a sus propias burocracias partidistas, la sociedad entenderá fuerte y claro el mensaje de que, en realidad, lo único que le importa a los opositores es mantener sus cotos de poder; y esa sociedad reaccionará no votando por ellos. Si el tan cacareado acercamiento a los ciudadanos resulta ser un mero engaño, no lo perdonarán.

  1. Las elecciones serán un juego de estructuras

Es casi imposible que las elecciones del 6 de junio registren un nivel de participación superior al 50 %. En México, desde la llegada de la democracia se ha observado un patrón muy claro: 60 % de los ciudadanos vota en las elecciones presidenciales y poco más del 40 % en elecciones intermedias. Todo indica que, en 2021, la creciente desesperanza respecto a los partidos se traduzca en uno de los niveles de abstención más altos de la historia; quizá vote menos del 40 % del padrón.

En este escenario, lo que definirá el rumbo de las contiendas es la movilización de las estructuras corporativas con la que cuentan los distintos partidos.

No se oye bonito, pero es real. Quien gane será el que más logre acarrear (perdón, movilizar voluntades) votantes. En este juego, el PRI tiene décadas de experiencia y el desorden que ha caracterizado a Morena puede convertirse en el talón de Aquiles del Lopez Obradorismo.

Conclusión.

Si Va por México entiende que necesitan reconciliarse con la sociedad, que deben enfocarse en presentar buenos candidatos a nivel local y en movilizar eficazmente sus estructuras, lograrán el triunfo en las elecciones intermedias y podrán contener desde la Cámara de Diputados la agenda autoritaria de López Obrador y el Grupo de Puebla.

Por el contrario, si repiten la arrogancia y los errores del 2018 van a perder. Y van a perder muy feo.



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