Emilia era una estudiante de secundaria en Rumania que querĆa ganar dinero por su cuenta.
Solo tenĆa un problema: ni siquiera llegaba a los 18 aƱos.
Buscando por Internet encontrĆ³ algo que le cambiĆ³ la vida.
AĆŗn no sabĆa cĆ³mo se llamaba ese algo.
Solo sabĆa que cada dĆa ganaba mĆ”s y mĆ”s.
Incluso le alcanzaba para mantener a su familia.
¿Importaba que fuera estudiante de secundaria? ¡No!
¿Importaba que fuera menor de edad? ¡No!
¿Importaba que no tuviera portafolio para mostrar? ¡No!
Claramente, no llegĆ³ donde estĆ” solo por leer artĆculos y pensar: “gano mucho dinero”.
Primero, obtuvo el conocimiento.
Segundo, lo aplicĆ³.
Tercero, actuĆ³ en consecuencia.
Esto Ćŗltimo es lo que le falta a los acumuladores de cursos que no logran resultados.
Nadie aprender a nadar leyendo libros.
Se aprende nadando.
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