Ellos son los culpables

 

¿Qué imagen te viene a la cabeza cuando piensas en un vendedor?   Vuelve a mirar esa imagen mental.   Ahora imagina que eres ese vendedor.   ¿Qué harías diferente?   La mente es tan poderosa que puede guardar una imagen agradable o desagradable por mucho tiempo.   Por regla general, los vendedores no están bien posicionados en la caja mágica de nuestra cabeza.   Y menos si son vendedores robóticos que solo van tras tu dinero.   «Buenas tardes, ¿cómo se encuentra en el día de hoy? El motivo de mi llamada es para ofrecerle un beneficio...».   ¿Cuál beneficio?, dirás.   Es normal que ese tipo de personas nos cause rechazo.   Y por culpa de ellas, existan emprendedores que odian vender.   Verás.   Vender es lo mejor que puedes hacer en tu vida.   De hecho, lo haces a diario.   ¿O cómo crees que conquistas a tu pareja? ¿O cómo crees que negocias con tus hijos si los tienes?   Pero lo primero que hay que trabajar es tu mentalidad. Si no lo solucionas, te puedo dar mil y una técnicas que funcionan, y nada pasará.   Si ya solucionaste tu enredo en la cabeza PD 1: De darte la fórmula, me encargo yo. De aplicarla siempre, te encargas tú. Si no lo vas a hacer, mejor vuelve a un empleo. (En el empleo también tienes que vender. Lo siento).   PD 2: Mañana es el último día para obtener la fórmula. Digo el último porque no sé si me apetezca volver a venderla.   Puede que sí. Puede que no.   Y si acaso sí, no creo que sea al mismo precio.   ¿La quieres? Arriba tienes el enlace.