¿Qué es
la democracia?
La democracia, es el aquel
sistema de gobierno, en el cual la soberanía del poder reside y está
sustentada, en pueblo. Es éste, por medio de elecciones directas o indirectas,
quien elige las principales autoridades del país. Asimismo, es el pueblo, quien
puede cambiar o ratificar a estas mismas autoridades, en las siguientes
elecciones populares. Por este motivo los griegos hablaban de la democracia,
como el gobierno del pueblo; de hecho este es su significado literal.
Es así, como se puede conformar
una democracia directa, donde el pueblo es quien toma todas las decisiones
ejecutivas y legislativas, o la democracia representativa, donde le pueblo por
medio de votación popular escoge las autoridades que representarán a la
ciudadanía, en la toma de decisiones.
Hoy en día, la gran mayoría de
los sistemas democráticos, funcionan por medio de la representación; podemos
imaginar lo complicado que sería de otra manera, con la población actual de los
países.
Dentro de la democracia, quienes
tienen el beneplácito, para ostentar los cargos públicos, son los integrantes
de los poderes políticos. Es así, como los partidos políticos, son quienes
potencian y fortalecen a la democracia. Por medio de su actuar y la
alimentación de participantes, quienes escogerán por medio de las distintas
elecciones, los cargos de los poderes ejecutivos y legislativos, en la mayoría
de las naciones democráticas. Aún cuando, en algunas de ellas, la ciudadanía,
también puede escoger a ciertos integrantes del poder judicial.
Es así, como la separación de
los poderes del Estado, es uno de los pilares fundamentales de toda democracia.
Cada uno de ellos es independiente y existe un control constante de uno sobre
el otro. Aquello redunda en un control sobre el actuar de los mismos y evitar
casos de corrupción o ilegalidades de los mismos; lamentablemente, en algunos
casos estos poderes se coluden y la corrupción se hace generalizada, como aún
vemos en algunos países, sobretodo en aquellos que se encuentran en vías de
desarrollo.
Con respecto a la historia de
la democracia, esta se remonta a la antigua Grecia. Ya que para el año 1500,
antes de Cristo, nace este sistema de gobierno, por medio de la creación de la
Asamblea del Pueblo, dentro de las polis o ciudades helénicas.
Esto se da, gracias al reducido
tamaño de las polis, con lo cual, la población al mismo tiempo era pequeña. Es
así, como todos los ciudadanos hombres libres, podían participar de la
Asamblea. De aquella manera, cada uno de ellos, de manera alternada, podía
ocupar uno de los puestos burocráticos de esta asamblea. Por lo mismo, que este
sistema de gobierno, no era representativo, sino que se actuaba, por medio de
democracia directa. Frente a cada una de las decisiones, la mayoría votante,
era la que decidía sobre las distintas materias.
Con respecto a la cultura
romana, esta poseía un sistema democrático, pero de índole representativo. Al
menos en los cargos del ejecutivo. Ya que el poder legislativo, estaba
constituido, por los Senadores, quienes no eran electos. Asimismo, muchos de
los cargos públicos, eran escogidos a través de una elección directa. Quienes
votaban en un principio, eran los ciudadanos con derechos; de manera posterior,
pudo votar el vulgo.
En la Edad Media, el concepto
de democracia, prácticamente desapareció. Casi todos los gobiernos eran
aristocráticos, conformados por monarquías. Una de las pocas excepciones, lo
conformaron los cantones suizos, en el siglo XIII.
Para 1688, en Inglaterra,
triunfa la democracia, por medio de del principio de libertad de discusión, la
cual era ejercida principalmente por el Parlamento. Así, se constituía
definitivamente, una monarquía parlamentaria.
Así, para el siglo XVIII,
muchos filósofos europeos, consideraban a la democracia, como la posibilidad
del pueblo, de escoger el gobierno imperante. La revolución norteamericana en
1776 y la revolución francesa en 1789, conllevó la expansión definitiva, de las
ideas libertarias y el establecimiento, de la cultura democrática, en todo
occidente. Situaciones que marcaron profundamente, los destinos políticos de
varias naciones en el siglo XIX.
Es así, como en la actualidad,
la democracia representativa, es el sistema más utilizado en el mundo, para
dirigir los designios de las naciones. Es por tanto, que la democracia se
considera, como el sistema de gobierno menos perjudicial, para el manejo de los
asuntos de Estado, frente a los otros sistemas que han existido o se han
diseñado.
Una frase que ha marcado
profundamente la concepción que se tiene de la democracia, es la que mencionó
Abraham Lincoln, durante la Guerra Civil de los Estados Unidos, la cual decía
que los gobiernos son del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.
Dentro de toda democracia que
se afane de serlo, debe de existir una carta magna o Constitución. La cual será
la ley madre, por la cual todas las leyes de la nación, se deberán normar y
subordinar.
Dentro de toda Constitución, se
establecerán las normas por las cuales se elegirán a las autoridades del país,
y cómo estas deben de actuar, frente a sus cargos. Asimismo sus atribuciones y
limitaciones constitucionales, estarán escritas de manera explícita.
Por otra parte, y aspecto
fundamental de toda democracia, en la Constitución se deberán de plasmar, todos
los derechos primordiales y obligaciones de todo ciudadano de la nación.
Principio básico, de toda democracia representativa.
Democracia es una forma de organización social que
atribuye la titularidad del poder al conjunto de la sociedad. En
sentido estricto, la democracia es una forma de organización del Estado en la cual las decisiones colectivas
son adoptadas por el pueblo
mediante mecanismos de participación directa o indirecta que confieren legitimidad a sus representantes. En
sentido amplio, democracia es una forma de convivencia social en la que los
miembros son libres e iguales y las relaciones sociales se establecen de
acuerdo a mecanismos contractuales.
La democracia se define también a
partir de la clásica clasificación de las formas de gobierno realizada por Platón, primero, y Aristóteles, después, en tres tipos
básicos: monarquía (gobierno
de uno), aristocracia (gobierno
«de los mejores» para Platón, «de los menos», para Aristóteles), democracia
(gobierno «de la multitud» para Platón y «de los más», para Aristóteles).
Hay democracia directa
cuando la decisión es adoptada directamente por los miembros del pueblo. Hay democracia
indirecta o representativa cuando la decisión es adoptada por
personas reconocidas por el pueblo como sus representantes. Por último, hay democracia
participativa cuando se aplica un modelo político que facilita a los
ciudadanos su capacidad de asociarse y organizarse de tal modo que puedan
ejercer una influencia directa en las decisiones públicas o cuando se facilita
a la ciudadanía amplios mecanismos plebiscitarios. Estas tres formas no son
excluyentes y suelen integrarse como mecanismos complementarios.
No debe confundirse República con Democracia, pues aluden a
principios distintos, la república es el gobierno de la ley mientras que
democracia significa el gobierno de la mayoría.
Origen y etimología
El término democracia
proviene del antiguo griego
(δημοκρατία) y fue acuñado en Atenas en el siglo V a. C. a partir de los
vocablos δῆμος (dḗmos,
que puede traducirse como «pueblo») y κράτος (krátos, que puede
traducirse como «poder»). Sin embargo la significación etimológica del término es mucho más
compleja. El término «demos» parece haber sido un neologismo derivado de la fusión de las
palabras demiurgos (demiurgi) y geomoros
(geomori).[2]
El historiador Plutarco señalaba que los geomoros
y demiurgos, eran junto a los eupátridas, las tres clases en las que Teseo
dividió a la población libre del Ática (adicionalmente la población estaba
integrada también por los metecos, esclavos
y las mujeres).
Los eupátridas eran los nobles; los demiurgos eran los artesanos;
y los geomoros eran los campesinos. Estos dos
últimos grupos, «en creciente oposición a la nobleza, formaron el demos».
Textualmente entonces, «democracia» significa «gobierno de los artesanos y campesinos»,
excluyendo del mismo expresamente a los esclavos y a los nobles.
Algunos pensadores consideran a
la democracia
ateniense como el primer ejemplo de un sistema democrático. Otros
pensadores han criticado esta conclusión, argumentando por un lado que tanto en
la organización tribal como en
antiguas civilizaciones en todo el mundo existen ejemplos de sistemas políticos
democráticos, y por otro lado que solo una pequeña minoría del 10% de la
población tenía derecho a participar de la llamada democracia ateniense,
quedando automáticamente excluidos la mayoría de trabajadores, campesinos,
esclavos y las mujeres.
De todas formas, el significado
del término ha cambiado con el tiempo, y la definición moderna ha evolucionado
mucho, sobre todo desde finales del siglo XVIII, con la sucesiva introducción
de sistemas democráticos en muchas naciones y sobre todo a partir del
reconocimiento del sufragio universal
y del voto femenino
en el siglo XX. Hoy en día, las democracias
existentes son bastante distintas al sistema de gobierno ateniense del que
heredan su nombre.
Formas de democracia
El voto es una parte importante del proceso democrático
formal.
Clásicamente la democracia ha
sido dividida en cuatro grandes formas:
Democracia directa
Se trata de la democracia en
estado puro, tal como la vivieron sus fundadores atenienses. Las decisiones las
toma el pueblo soberano en asamblea. No existen representantes del pueblo, si
no, en todo caso, delegados que se hacen portavoces del pueblo, que únicamente
emiten el mandato asambleario. Se trata del tipo de democracia preferido no
sólo por los demócratas de la Antigua Grecia, si no también para muchos
pensadores modernos (Rousseau, por ejemplo)
y para una buena parte del Socialismo y del Anarquismo. Un ejemplo de democracia
directa más conocido es el de la Atenas clásica.
Indirecta o
representativa[editar]
El pueblo se limita a elegir
representantes para que estos deliberen y tomen las decisiones, de forma
jerárquica.
Democracia
semidirecta o participativa
Algunos autores también
distinguen una tercera categoría intermedia, la democracia
semidirecta, que suele acompañar, atenuándola, a la democracia
indirecta. En la democracia semidirecta el pueblo se expresa directamente en
ciertas circunstancias particulares, básicamente a través de cuatro mecanismos:
- Referéndum. El pueblo elige «por sí o
por no» sobre una propuesta.
- Plebiscito. El pueblo concede o no
concede la aprobación final de una norma (constitución, ley, tratado).
- Iniciativa
popular. Por este mecanismo un grupo de ciudadanos puede
proponer la sanción o derogación de una ley.
- Destitución popular,
revocación de mandato o recall. Mediante este procedimiento los
ciudadanos pueden destituir a un representante electo antes de finalizado
su período.
Democracia líquida
En la Democracia Líquida
cada ciudadano tiene la posibilidad de votar por Internet cada decisión del
parlamento y realizar propuestas, pero puede ceder su voto a un representante
para aquellas decisiones en las que prefiere no participar.
La democracia liberal
En muchos casos la palabra
«democracia» se utiliza como sinónimo de democracia liberal.
Suele entenderse por democracia liberal un tipo genérico de Estado surgido de
la Independencia de Estados Unidos de 1776
y luego más o menos generalizado en las repúblicas y monarquías
constitucionales que emergieron de los procesos de emancipación o
revolucionarios contra las grandes monarquías absolutas
y establecieron sistemas de gobierno en los que la población puede votar y ser
votada, al mismo tiempo que el derecho de
propiedad es preservado.]
Así, aunque estrictamente el
término «democracia» sólo se refiere a un sistema de gobierno en que el pueblo
ostenta la soberanía, el concepto de «democracia liberal» supone un sistema con
las siguientes características:
- Una constitución que limita los diversos
poderes y controla el funcionamiento formal del gobierno, y constituye de
esta manera un Estado de derecho.
- División de
poderes.
- El derecho a votar y ser votado en las
elecciones para una amplia mayoría de la población (sufragio
universal).
- Protección del derecho de
propiedad y existencia de importantes grupos privados de poder
en la actividad económica. Se ha sostenido que esta es la característica
esencial de la democracia liberal.[]
- Existencia de varios
partidos
políticos (no es de partido único).
- Libertad de
expresión.
- Libertad de
prensa, así como acceso a fuentes de información alternativa a
las propias del gobierno que garanticen el derecho a la información de los
ciudadanos.
- Libertad de
asociación.
- Vigencia de los derechos humanos,
que incluya un marco institucional de protección a las minorías.
A partir de lo anterior algunas
estudiosos han sugerido la siguiente definición de democracia liberal: la
regla de la mayoría
con derechos para las minorías.
La democracia liberal frente a
otras ideas de democracia
Al respecto, este tipo de
democracia tiene algunas particularidades que la distinguen de otras formas de
democracia, entre ellas la libre confrontación de ideas. En palabras de Pío
Moa:
() El liberalismo permite
exponer todas las ideas, pero la confrontación entre ellas ha de facilitar
precisamente, la superación de las falsas o destructivas y la reafirmación de
las mejor fundadas, en un proceso sin fin. Por eso la confrontación es
indispensable, y un buen modo de evitar choques más físicos.[]
La socialdemocracia
La socialdemocracia es una versión de la
democracia en la que se recurre a la regulación estatal y a la creación de
programas y organizaciones patrocinados por el Estado, para atenuar o eliminar
las desigualdades e injusticias sociales
que, según consideran sus defensores, existirían en la economía libre
y el capitalismo. La socialdemocracia se apoya
básicamente en el sufragio universal,
la noción de justicia social
y un tipo de Estado denominado Estado de Bienestar.[][]
La socialdemocracia surgió
a finales del siglo XIX a partir del movimiento socialista, como una propuesta alternativa,
pacífica y más moderada, a la forma revolucionaria de toma del poder y de
imposición de una dictadura del
proletariado, que sostenía una parte del movimiento socialista, dando origen a un debate
alrededor de los términos de «reforma» y «revolución».[]
En general se ha presentado como
ejemplo real de socialdemocracia al sistema de gobierno que predomina en los
países escandinavos, sobre todo en Suecia.[]
La democracia como sistema de
relaciones horizontales
El término «democracia» también
se utiliza ampliamente no solo para designar una forma de organización
política, sino una forma de convivencia y organización social, con relaciones
más igualitarias entre sus miembros. En este sentido es habitual el uso del
término «democratización»,
como por ejemplo la democratización de las relaciones familiares, de las
relaciones laborales, de la empresa, de la universidad, de la escuela, de la
cultura, etc., tales ejercicios están orientados básicamente al ámbito de la
participación ciudadana, cuyos principales mecanismos utilizados para tales
efectos son elecciones a través de voto popular, asambleas, propuestas de
proyectos y todos aquellos en que se canaliza la voluntad de cambios o
aprobaciones con participación directa de los distintos grupos sociales.
Democracia en las monarquías
constitucionales
Dos casos especiales para la idea
de democracia son las monarquías constitucionales
y las democracias populares
que caracterizan al socialismo real.
La monarquía constitucional es
una forma de gobierno que caracteriza a varios países de Europa (Gran Bretaña, España, Holanda, etc.), América (Canadá, Jamaica, etc.), y Asia
(Japón, Malasia, etc.).
Las monarquías constitucionales
varían bastante de país a país. En el Reino Unido las normas constitucionales
actuales le conceden ciertos poderes formales al rey y los nobles (designación
del Primer Ministro, designación de gobernantes en las dependencias de la
Corona, veto suspensivo, tribunal de última instancia, etc.), además de los
poderes informales derivados de sus posiciones.[14]
Existe una tendencia general a la
reducción progresiva del poder de los reyes y nobles en las monarquías
constitucionales que se ha ido acentuando desde el siglo XX. Si bien, por tratarse
de monarquías, en estos países existe una notable desigualdad ante la ley y de
hecho de los reyes y demás nobles frente al resto de la población, la severa
restricción de sus facultades de gobierno y judiciales ha llevado a que su
participación en la mayoría de los actos de gobierno sea excepcional y
sumamente controlada por otros poderes del Estado. Ello ha dado origen al
expresivo dicho popular de que los reyes «reinan pero no gobiernan» para
referirse a la débil influencia legal que los reyes y eventualmente los nobles
tienen en los actos de gobierno cotidianos.
En el Reino de España
el Rey promulga las leyes, convoca y
disuelve las Cortes Generales,
convoca referéndum, propone
y cesa al Presidente, ejerce el derecho de gracia (indulto y conmutación de
penas), declara la guerra, hace la paz, etc. En el ejercicio de todas sus
funciones, el Rey actúa como mediador, árbitro o moderador, pero sin asumir la
responsabilidad de sus actos que han de ser refrendados por el poder ejecutivo
o legislativo,[15]
lo que lo convierte en una figura representativa del estado pero sin poder
político. El rey también tiene el privilegio de la impunidad y no puede ser
juzgado por crimen alguno.[16]
Los opositores a las monarquías
constitucionales sostienen que no son democráticas, y que un sistema de
gobierno en la que los ciudadanos no son todos iguales ante la ley, a la vez
que no se puede elegir al Jefe de Estado y otros funcionarios estatales, no
puede denominarse democracia.
Democracia soviética
Modelo de representatividad
basado en la experiencia de la Comuna de París
y en la superación en el grado de representatividad de la Democracia liberal
.Esta Democracia directa parte desde los puestos de trabajo cotidiano, donde se
eligen representantes en cada fabrica, taller, granja u oficina, con mandato
revocable en cualquier momento. Estos delegados se constituyen en una Asamblea
local (soviets) y luego mandaban su representante a la Asamblea Nacional de
Delegados del Pueblo.
Se le niega el voto y el poder
político, al 10% de la población que abarca a empresarios, banqueros y
terratenientes, que ya poseen el poder económico. Por eso se dice que es
Democracia obrera o Dictadura del Proletariado, ya que se aplica el poder
político contra el poder económico instituido.
Este nuevo Estado debe ser
instaurado por la insurrección de las masas, guiadas por un partido único o
frente pluripartidista si fuese posible, con una línea partidaria que apunte a
barrer con las instituciones del Estado burgués y la legalidad que asegura el
poder económico de la minoría. La elite revolucionaria consciente tiene el
objetivo de instruir a la sociedad en la formas de auto gobernarse, insta a
elegir sus delegados en los puestos de trabajo, comités de fabricas, granjas y
talleres, mediante el cual se aprenderá a administrar la economía,
transformándose en una ciudadanía cotidiana y un poder permanente.
Se discute sobre la viabilidad de
la eliminación de las condiciones de la existencia burguesa, supuesto para el
paso de la sociedad enajenada a la comunista.[17]
Esto significa que a medida que se avance en la socialización del poder
político y del poder económico se producirá la «extinción del Estado» pasando a
ser solo una estructura administrativa bajo control de todos los ciudadanos.
Este «no Estado» es el considerado como la etapa final del socialismo: el
comunismo.
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