¿Qué le sucede a tu cabeza cuando vas al supermercado, quieres comprar chocolates o cualquier otra cosa que te guste y hay un montón de opciones?
¡Imagínalo!
“¿Llevo este? No, mejor llevo el otro. ¡Bahhh! ¡Los dos me gustan!”.
Esto piensas, mientras se te hace agua la boca.
¿Qué ha pasado? ¿Cuál llevaste?
Probablemente, te hayas quedado un buen rato tratando de elegir.
Probablemente, hayas elegido o hayas comprado otra cosa porque te estresó la indecisión.
Probablemente, llevaste chocolates de varias marcas.
Hay múltiples decisiones.
Lo mismo pasa con tus clientes cuando le ofreces un montón de opciones para contratarte.
Al final, se abruma porque le parece que cualquiera le sirve, pero siente que se pierde de algo al decidirse por alguna.
Hay una forma muy fácil (psicológica) para ayudarle a tu cliente y cerrar la venta.
Es tan fácil que la ves a diario cuando vas a comprar, pero no eres consciente.
De esto, hablo en la página 9 de la guía de los Secretos de poseidón.
Un truco psicológico (de 20) con el que vas a lograr:
- Convencer a tu comprador que él tomó la decisión de compra...y que
además fue una decisión inteligente.
- Reducir estratégicamente el dolor de elegir y multiplicar tus ventas.
- Guiar y dirigir a tus prospectos hacia la meta que tú quieres que hagan .
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